Mediación 02 junio 2025

SOMOS TRES SESENTA, VEINTICUATRO SIETE

Mi cliente decidió divorciarse y no lo hizo de forma amistosa. Yo ni sabía que estaba casada, nunca hablaba de eso y cuando le pasó nos enteramos todos. Tanto su equipo como el mío sufrimos el proceso, las reuniones, las ofertas y las contraofertas, la opinión dispar de familiares y amigos, consejos, la tensión y el agotamiento nos acabó afectando a todos que nos vimos arrastrados a un largo y costoso juicio que de una u otra manera acabamos pagando. El coste emocional fue alto, agotador y lo peor de todo es que hubiera sido evitable.

Cuando por fin terminó estábamos cansados fue como si nos hubiéramos divorciado todos, nos implicó tanto la situación que ¡¡hasta llegamos a discutir entre nosotros los términos de la sentencia!! Fue todo muy surrealista pero útil a la vez porque nos dio que pensar. Tuve reuniones con mi equipo donde cada uno se expresó, contó como lo había vivido y obtuvimos learnings que nos sirvieron para manejar estas situaciones en el futuro y para ello nos fuimos al pasado.

 

¿Nos podemos imaginar una Humanidad que nunca hubiera llegado a ningún acuerdo sobre sus diferencias en cualquier terreno desde los inicios de los tiempos?

 Simplemente, sería un caos y muy probablemente nos habríamos extinguido. El Hombre lleva mediando con sus semejantes desde que apareció sobre la Tierra, más o menos los mismos años que lleva peleando y teniendo conflictos de diferente intensidad y alcance que hicieron surgir la Mediación de forma espontánea por la necesidad acuciante de poder seguir adelante, como un método que garantizaba la continuidad del grupo. Desde este punto de vista, es pura supervivencia.

Mucho antes de que aparecieran los Tribunales de Justicia los códigos civiles y las leyes escritas en todas las comunidades ya existían los mediadores porque eran necesario un elemento regulador de las relaciones humanas que  están sazonadas de conflictos desde que nacemos y que les ayudaba a escucharse, a entenderse y a llegar acuerdos necesarios para poder seguir.

Y ¿para qué mediamos? Es simple, mediamos para poder vivir mejor, que es un deseo intrínseco del ser humano. Todos queremos vivir mejor, comer mejor, curarnos mejor, relacionarnos mejor y todos tenemos el anhelo de vivir en paz, si no la paz absoluta si una situación de armonía y equilibrio que nos permita continuar con nuestra vida. Aunque sabemos que vivimos en un desequilibrio constante y que lo único que permanece es el cambio; cambiamos de pareja, de trabajo, de país. Cambian las leyes, las costumbres, las fronteras y los valores…y todo esto genera incertidumbre, stress, miedo y al final conflictos.

Estos conflictos que surgen en un área determinada: familia, comunidad, trabajo, entorno social… acaban inundando toda nuestra vida, lo queramos o no. Porque no somos compartimentos estancos y como el Titanic que no tenía mamparos de separación en las bodegas inferiores cuando entró el agua lo inundó todo y (esto no es spoiler) se fue a pique.

Por todo ello, podemos afirmar que los conflictos son 360º y 24/7.

Y esto ¿Qué significa? Pues que el conflicto afecta a todas las áreas de nuestra vida, da igual donde se origine familia, amigos… acaba contaminándolo todo. Y lo llevamos como podemos 24 h. al día 7 días a la semana. Rumiamos, nos retroalimentamos a nosotros mismos, lo expandimos y no somos capaces de solucionarlo. Porque si es verdad que de todo se puede hablar y todo se puede acordar, es igual de cierto que nadie puede con todo solo. Somos humanos.

La mediación puede ayudarnos a evitar este “naufragio”, antes de que el conflicto se lleva toda nuestra vida por delante y lleguemos a una situación donde no seamos ya capaces de encontrar soluciones por nuestra cuenta. En el fondo todos queremos poder seguir con nuestra vida y reestablecer el equilibrio en la medida de lo posible y los largos y costosos pleitos retrasan el restablecimiento del orden, por no hablar del desgaste económico y psicológico que nos espera en sede judicial.

Al final, como nuestros antepasados es pura supervivencia. 

Y la supervivencia, es equilibrio y es sostenibilidad.